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El porqué y el cómo de este libro


Relatar las peripecias que hicieron posible este trabajo que hoy presentamos podría llevarnos a engordarlo considerablemente. No obstante, aun dejándonos muchas cosas y situaciones por contar, vamos a comentar en líneas generales el "cómo" y el "porqué" de este libro, el cual empezamos presentándolo como un libro de combate.

Contra los estudios de gabinete, "formales", "serios", "científicos", que suelen hacerse con todos los medios que proporciona el aparato burocrático institucional, por encargo "condicionado" casi siempre y a alto coste, este informe nace por abajo, por la necesidad imperiosa de demostrar a quienes planifican que lo han hecho muy mal en nuestra tierra. O si prefieren, que lo hicieron muy bien para unos cuantos. Pero no es eso; el rigor científico y tecnológico no puede conducir a despoblar una tierra y a entregar sus recursos naturales -materia prima- a toda clase de rapiñadores. Y mucho menos cuando se ha creado una riqueza potencial como hoy es el Plan Badajoz -potencial porque sólo está "potenciando" a unos cuantos- amenazarla con otro regalo del "progreso" tecnológico y científico: una central nuclear -la segunda en Extremadura- en la misma cabecera de las Vegas del Guadiana.

Ciencia, tecnología, desarrollo, progreso... son conceptos esgrimidos para justificar situaciones tan vergonzosas como las que aquí se describen. Tal vez a la luz de nuevos enfoques, estos conceptos pueden quedar reducidos a ideología, tecnocracia, crecimiento, consumo...

Vamos a empezar a cuestionarlos y este equipo de trabajo lo ha hecho con toda la originalidad de que ha sido capaz, porque se trata de proponer algo distinto y hay que empezar por cambiar hasta el mismo modo de investigar. Pues si queremos realmente poner en cuestión en este estudio el actual sistema autoritario, burocrático, animado por el móvil del lucro, que impone unas relaciones de dominación entre los individuos y los territorios, difícilmente podremos hacerlo creando un equipo de investigación igualmente jerárquico, burocrático, centralizado, de profesionales movidos por el dinero. Este trabajo se ha podido llevar a cabo por el impulso vital de los que en él hemos intervenido por el placer de la investigación en sí, por el enriquecedor contacto con nuevas personas y realidades, por el entusiasmo gratificante por desentrañar las claves del expolio extremeño. Así, mientras el actual sistema socioeconómico ha degradado el trabajo haciéndolo las más de las veces odioso a los individuos obligados a practicarlo, el nuestro no ha sido un trabajo forzado, ha sido un trabajo placentero y, como las demás actividades que son fuente de placer, lo hemos hecho libre y gratuitamente, a la vez que otras actividades más lúdicas e intrascendentes. La ausencia de jerarquías y de relaciones de dominación en el seno del equipo, la ausencia de burocracia en la organización del trabajo, unido a la falta de deseos de capitalización personal de sus frutos, permitió ampliar notablemente el número de personas que desearon participar en el mismo, alcanzándose finalmente la nutrida lista de participantes que han hecho posible el proyecto, que habría que ampliar con la interminable lista de personas que de formas tan diversas nos han ayudado o han colaborado en el mismo y que supera con mucho a la de aquellos otros que nos han mirado con recelo y escatimado toda ayuda o entorpecido nuestro trabajo, con ánimo de salvaguardar intereses mezquinos e inconfesables.

Por otra parte, los resultados de este estudio, conseguidos en un tiempo récord y con un coste casi despreciable, permiten pinchar el globo de la eficacia con el que se pretenden justificar las organizaciones burocráticas, las relaciones de dominación, las disciplinas coercitivas y el trabajo penoso.

Aunque se ha intentado asegurar la coherencia de los distintos capítulos que componen el estudio -labor ésta que ha corrido a cargo de Mario Gaviria, José Manuel Naredo y Nicolás Ortega- el hecho de que nadie se haya erigido en censor de los textos originales y de que, en general, se haya respetado la libertad de expresión e interpretación de los redactores, lleva a que coexistan estilos e incluso juicios de valor que no tienen por qué satisfacer plenamente a todos y cada uno de los que hemos participado en el trabajo, pues, afortunadamente no todos pensamos ni escribimos de la misma manera. Ello sería muy aburrido. Por ejemplo, leyendo los textos de Artemio Baigorri sobre las "reservas" se nota que no le han caído muy bien los "reservistas" y está en el derecho de expresarlo, como sin duda lo expresa, con un estilo vivo y palpitante, lo cual no puede en ningún caso quitar valor a la importante documentación e interpretaciones por él aportadas. En otros capítulos se analiza con más frialdad el entramado social en el cual se apoya la actual situación de Extremadura, haciendo abstracción de las características personales de los actores para referirse exclusivamente a los papeles que representan. Pero ello no pretende ocultar que el conjunto de este trabajo se construye sobre ciertos principios éticos. Pues los que hemos colaborado en el proyecto creemos en la bondad de ciertas ideas como la libertad, la solidaridad o la igualdad, cuya aplicación permitiría a los humanos llevar una existencia más agradable.

Este estudio no habría visto nunca la luz si no hubiese existido un movimiento previo ya implantado en la zona, lo cual indica que la práctica de la protesta precedió aquí al intento de racionalización de los problemas. En las Vegas Altas del Guadiana, zona más próxima a Valdecaballeros y en un abanico ancho de pueblos nace una asamblea que toma carácter de zona y reacciona a la agresión nuclear. Al prohibir el gobernador algunas conferencias informativas sobre centrales nucleares, se crea en el seno de esta asamblea, por los representantes de los diversos pueblos, la Comisión de Afectados que se reúne cada martes sistemáticamente en Orellana o Villanueva. Y lo que naciera como una asamblea antinuclear, progresivamente, a medida que se profundizaba en el tema de la energía, acabaría descubriendo que detrás de todo ello anda el tema de los recursos naturales y la autonomía regional. En definitiva, el problema del intercambio desigual entre países poderosos y países sometidos, regiones "desarrolladas" y regiones "despobladas", etc.

Así pues, decíamos antes que este libro es hijo de la necesidad y así es. Después de muchos actos organizados en muchos pueblos con carácter informativo. Después de haber escuchado las voces más diversas y autorizadas opinar sobre el tema. Después de diversas convocatorias en las que el pueblo extremeño -al menos una parte considerable de él- se manifestó contra este tipo de instalaciones... etc., veíamos que las "autoridades" extremeñas no se atrevían a mover esta losa. El problema "pesa" demasiado. Luego están los medios de opinión que primero pedían un gran debate "científico" sobre el problema. Sí, al estilo de esas "asociaciones de periodistas científicos" que circulan por ahí. Y a estas alturas siguen diciendo lo mismo: "el tema es complejo", "no es la calle el mejor lugar para tratarlo", "son los parlamentarios las personas autorizadas para decidir sobre el asunto". Y lo que no comprenden ciertos periodistas, o lo que les cabrea, es que "la calle", mucho más sensata y libre que ellos, intente evitar con su presencia, que no entiende de si la fecha y el momento "son oportunos", que, mientras averiguamos la bondad o maldad de este tipo de "industria" nos las vayamos tragando. Y así, para cuando los "científicos" y los "parlamentarios" saquen sus conclusiones... las obras... continúen.

A medida pues que iban sucediéndose los acontecimientos, en la asamblea de la Comisión de Afectados empezó a cobrar vida la idea de realizar un estudio serio sobre los recursos naturales en la región. El acto que en su día se celebrara con José Luis Fandós, Mario Gaviria y José Manuel Naredo con cerca de tres mil asistentes entre Badajoz y Villanueva acerca del libro Aragón expoliado nos había sugerido a algunos miembros la idea. Y naturalmente necesitamos formar un equipo con ancha perspectiva para hacer un trabajo riguroso.

Intentamos interesar a estos amigos de los cuales conocíamos sus obras y trabajos de equipo anteriores y desde el principio se ofrecieron solidariamente a realizar el trabajo, sacrificando las vacaciones veraniegas. Sólo quedaba el problema material de los gastos que entraña un estudio de esta naturaleza, tanto en mantenimiento durante un mes del numeroso grupo formado, como en desplazamientos continuos con vehículos, en entrevistas, obtención de datos, encuestas, y también en materiales, compra de bibliografía, material fotográfico, grabaciones, objetos de escritorio, etc.

Entonces se nos ocurrió lo de los bonos y simulando el texto de un billete de banco fueron redactados y aquí empezó la aventura. Había que comprometer a los extremeños en la propia financiación de un libro que esclareciera con datos que esta última agresión contra nuestra tierra y contra nuestra vida -nos referimos a Valdecaballeros naturalmente-, como todas las anteriormente sufridas, no es más que la expresión grosera y cínica de un sistema que sólo sabe crecer monstruosamente en unas zonas, a fuerza de matar y reducir la vida y la belleza de otras. Recurrir a subvenciones o ayudas de instituciones que han colaborado a la liquidación de nuestra tierra nos parecía una pérdida de tiempo, ya que éstas suelen asegurarse bien sus "donaciones". Alguna gestión se hizo, y hubo que olvidarla rápido dado el escaso interés que se nos prestó.

De todas formas, a punto de culminar el trabajo hubo necesidad de recurrir a una entidad bancaria, para aumentar cien mil pesetas al proyecto. En vez de recurrir al clásico giro de "pelota" le planteamos sinceramente el problema al director de la citada entidad, el cual a la mayor rapidez nos negoció el efecto y pudimos disponer enseguida del dinero. Agradecemos sinceramente este gesto desde estas líneas, gracias al cual pudimos terminar el trabajo con menos agobio.

Instalados en una Residencia de un Instituto de Enseñanza Media en Villanueva de la Serena, donde se montó el "Cuartel general" y se improvisó un pequeño centro de documentación, empezaron las sesiones de trabajo. Previamente se había acumulado cierta cantidad de información y datos y se tuvieron algunas reuniones previas para orientar el estudio y el modo de trabajo. Pretendíamos que esta experiencia de trabajo en equipo nos sirviera para aprender las técnicas de investigación social y cierto estilo de trabajo. No es que lo hayamos logrado; sí podemos decir sin embargo que ha sido una experiencia inolvidable para muchos de nosotros, tanto por los abundantes debates sobre cada tema, como por las mismas aventuras en la caza de datos -merece un libro por sí solo, ver cómo funcionan nuestras instituciones y nuestros funcionarios a la hora de hacer posible una investigación-. Y por supuesto, por sentir un tipo de satisfacción difícil de explicar que dudamos pueda experimentar el autor individual pero que se da, cuando la opinión del menos experimentado en el problema de la investigación se hace a veces tan necesaria como la de el de más amplia perspectiva o experiencia. Esto pudimos comprobarlo a la hora de confeccionar las encuestas por ejemplo.

También hubo tiempo en el mes aproximado de trabajo de correrse alguna que otra "juerga", de probar los diversos guisos que entre todos improvisamos, desde el "calderete" de los navarricos, hasta las judías pochas del Mario, sin olvidar los gazpachos extremeños de la Olalla o los guisos de pajaritos del "Santiaguito" villanovense. No falta, claro, quien nos recuerda de vez en cuando que no se puede hacer en un mes un estudio serio y encima tener tiempo para juergas.

Ya decimos que no somos gente muy seria; de todas formas, el trabajo en equipo, cierto tiempo anterior y posterior al mes de trabajo que se ha dedicado a perfilar y ultimar cada tema, con la estimable colaboración de otras personas y por qué no decirlo, la dilatada historia y experiencia en trabajos de ésta y de otras índoles de algunos de los miembros del equipo, todo junto ha contribuido a este parto que habrá que mejorarlo con nuevos estudios más atinados y completos. He aquí un reto a todas las asociaciones e instituciones extremeñas que, posiblemente más sobradas de medios -dentro de la general austeridad- podrán señalar sus lagunas y hacer nuevas aportaciones a este debate que hoy abrimos.

Para concretar un poco más la cuestión de la financiación del estudio damos a continuación datos generales sobre el tema:

Kilometrajes y desplazamientosPesetas
Cinco vehículos, a una media de 250 km diarios a 6 pts/km225 000
(Hubo más vehículos usados esporádicamente que no cobraron.) Y en esta media se incluyen los desplazamientos de los miembros del equipo desde sus puntos de origen y algún que otro viaje que hicieron durante el mes por circunstancias familiares.
Alimentación y gastos varios70 000
Se incluye aquí la alimentación, tanto en la Residencia de Villanueva, como en pensiones durante los viajes. Presupuesto éste reducido por las frutas, hortalizas, leche, que nos regalaron los colonos, y algunas casas en las que se nos acogió. (También se incluye aquí la compra de colchones y otros enseres que fueron necesarios, ya que hubo que dormir en el suelo y montarse el propio autoservicio.)
Documentación, mapas y bibliografía8 000
Conviene decir a este respecto que la mayoría de estos materiales fueron logrados gratis, gracias a los diversos amigos e instituciones que se conocían.
Material de imprenta, escritorio, grabación, fotográfico20 000
Total333 000

El dinero recaudado fue el siguiente:

Pesetas

50 000 Dadas a fondo perdido por el padre de uno de los miembros de este equipo, gesto que no podemos olvidar

50 000 Prestadas por otro miembro en momentos de apuros, de las que sólo hemos podido devolverle 13 000 pesetas que nos han llegado de los últimos bonos rezagados en el mes de noviembre.

124 000 Recogidas de bonos, hasta el mes de octubre. Estos bonos eran de mil, quinientas, cien y hasta veinticinco pesetas.

100 000 Letra negociada a noventa días por dos miembros del grupo y que ha habido que prorrogar noventa días más.


Podemos concluir la cuestión económica diciendo que, a pesar de la austeridad franciscana con que hemos trabajado todos, cuando este trabajo vea la luz, nos quedarán unas ciento cincuenta mil pesetas de deudas aproximadamente. Por ello hemos decidido cobrar derechos de autor, conformándonos con que podamos neutralizar dicha deuda. La enseñanza de todo esto es que cuando de verdad se tiene la voluntad de hacer algo esto se hace y ni siquiera la penuria de medios económicos es obstáculo para ello.

Finalmente, cabe pasar a otro plano fundamental de este estudio que son las reuniones, entrevistas, asambleas, etc., como el instrumento metodológico fundamental, que nos permitió construir estas reflexiones desde la base misma de los problemas. Posiblemente hayan sido más de dos mil las personas que de un modo u otro han tenido algo que ver con estas líneas. Y un amplio abanico de organizaciones, asociaciones, instituciones, grupos, etc.; todo ello, además, en un momento crucial de nuestra existencia, porque parece ser que sí que existimos, o que desde luego queremos existir. Y si carecemos de identidad los extremeños, porque hemos vivido migajas de vida, aún estamos a tiempo de precisar por qué somos "hijos de padres desconocidos", antes de que "nuevas familias" -ahora "democráticas"- enganchadas al carro del regionalismo y la autonomía, nos vengan a sacar de nuestra orfandad dictándonos ciertos proyectos "preautonómicos".

De manera que tanto nos ha interesado un trabajo directo de discusión en los tajos con los distintos sectores que analizamos, como el intentar llenar -empezar a llenar al menos- un vacío de análisis general, de conocimiento de nuestra realidad que se vislumbra en toda la izquierda extremeña. Una izquierda -unida al centro gran parte de ella- que se apresura a representarnos, sin analizar profundamente la realidad del pueblo extremeño y sin abrir un proceso claro de asambleas de base, a todos los niveles, donde la construcción de esa autonomía sea obra de todos y esté inspirada en la autogestión, que sin embargo, todo el mundo proclama.

Gran parte de los pueblos de la provincia de Badajoz son testigos de que esta investigación ha llegado a sus casas o a sus plazas. De que les hemos aportado los datos que teníamos y de que hemos pedido opinión sin preguntar ideología.

La generosa ayuda que recibimos en líneas generales de toda la gente consultada, con diferentes grados de colaboración según ideas y circunstancias, constituye para nosotros la mejor afirmación de que la ciencia no es tarea de iluminados ni de minorías. Y por otra parte, también se confirma que los propios trabajadores tienen muchas veces un conocimiento más real y certero de los problemas y situaciones que los técnicos que les "planifican" y "organizan" su actividad y hasta su vida.

En resumen, que en vez de confiar esta investigación a sesudos "especialistas" para que desde sus despachos hicieran sendos informes planeando la vida de los extremeños, el equipo base de esta investigación ha tratado en todo momento de basarse en la participación de las personas que viven la realidad objeto de estudio. Para ello hemos usado todos los medios que se nos han ocurrido y que van desde la convocatoria de reuniones y asambleas en los pueblos, hasta la entrevista individual en profundidad o la encuesta masiva con cuestionario. Curiosamente en los días que precedieron a la "marcha verde" que tuvo lugar el 14 de agosto, nuestro trabajo se solapaba con nuestra participación en las reuniones y mítines antinucleares que tenían lugar en los pueblos. Posteriormente nuestra labor ha consistido en barajar la información así obtenida con otras previamente existentes, en un marco global de interpretación. Un primer resultado son las páginas que siguen, en las que intentamos reflejar por escrito esta rica amalgama de datos e interpretaciones que nos bulle en la cabeza, corriendo el riesgo de sólo conseguirlo parcialmente.

En principio, algunos miembros del equipo pensaban que no se debían firmar los capítulos por sus redactores, dado que el contenido recogería en buena medida los frutos del trabajo y el sentir de las otras personas que habían tomado parte activa en el mismo sin redactar nada. Pero las sucesivas ampliaciones del equipo original y la ayuda desinteresada que nos han prestado a última hora algunos amigos ofreciéndose a cubrir ciertas lagunas de nuestro esquema, nos han empujado a optar unánimemente por que cada cual firme lo que ha redactado responsabilizándose de su texto. Ya que en caso contrario podría ser peor el remedio que la enfermedad, pues el actual sistema que tan ávidamente busca personalidades y que niega que la gente pueda moverse por sí sola sin que la obligue el látigo de los jefes, atribuiría enseguida este trabajo a los miembros del equipo cuyo nombre "suena" más por sus publicaciones anteriores. Frente a esto nada mejor que anteponer la larga lista de "autores" que firman los capítulos y la más larga lista de miembros del equipo que han hecho posible este trabajo, ofreciendo así una imagen insólita en el mercado editorial de este país.

Queda claro después de la lectura de este trabajo, que Cáceres sólo está incorporado a él, en las líneas generales de análisis y en el estudio más concreto del sector del tabaco. Nuestras posibilidades en esta ocasión no daban para más, y por otro lado esperamos que otro equipo de trabajo, surgido en la propia zona cacereña, aborde el proyecto con mejor visión y profundidad. Por nuestra parte les brindamos nuestra ayuda solidaria en lo que crean de interés para dicha empresa.

Utilizamos pues, el nombre de Extremadura como título de esta obra, conscientes de su complejidad, de su anchura, de su gran interrogación... Y al menos una cosa sí esperamos haya quedado clara: Nuestra tierra más que expoliada, explotada, o robada, nuestra tierra ha sido y es Extremadura saqueada.


El equipo de trabajo


Coordinación:

Mario Gaviria
José Manuel Naredo
Juan Serna


Equipo de base de investigación y trabajo de campo:

Jesús María Arregui Uriz, Artemio Baigorri Agoiz, Blanca Berlín, Pablo Campos Palacín, Carlos Echeandía Pascual, José Luis Fandós, Ramón Fernández Díaz, Antonio García Tabuenca, Amalia Lowy Kirschner, María José Medina del Río, Fernando Mejía Guisado, Ana Mendioroz Equiza, Mila Rodríguez Villa, Blanca Villate


Colaboradores del equipo base:

Olalla Arias, Luis Arroyo, Mariano Sánchez-Paniagua, Angelines Caravias, Alfonso Castilla, Ana de la Cruz Pozo, Francisco de Asís Domínguez