Cóndor Georadar busca fosas en Aragón con una técnica pionera

La fotografía aérea infrarroja, nueva en España, se ha utilizado en Bosnia.El equipo analiza las imágenes de Rubielos y el barranco de la Bartolina.
Marta Franco, El Periódico Aragón, 16.1.2011
Cóndor Georadar ha retomado los trabajos para exhumar los cuerpos del grupo de soldados fusilados en el paraje de Piedras Gordas, en Rubielos de Mora. En esta ocasión la búsqueda se ha reanudado mediante fotografía aérea infrarroja y térmica. Se trata de una técnica pionera en España en la localización de fosas, pero que se ha utilizado con éxito en Bosnia o en actuaciones militares.
Es la primera vez que se emplea esta tecnología para encontrar enterramientos de la Guerra Civil. Además de los trabajos en Rubielos de Mora, los técnicos han empezado también las labores en el barranco de la Bartolina, en la zona de Calatayud. Este tipo de fotografía permite explorar grandes superficies de terreno, algo fundamental en ambos casos, ya que se desconoce la ubicación exacta de las fosas.
Aun así, la localización no será sencilla, según explicó Luis Avial, de Cóndor Georadar. Las imágenes ya se han tomado, pero el procesado, que se debe llevar a cabo mediante un programa informático, es lento porque requiere que cada fotografía se analice individualmente. Por otra parte, la abundante vegetación en el paraje de Piedras Gordas dificultará la localización. Los resultados en el barranco de la Bartolina podrían ser más espectaculares, ya que la superficie es mayor, está más despejada y el número de cuerpos que podrían aparecer es también muy superior.
ANTIGÜEDAD Los trabajos en Bosnia han sido eficaces, aunque Avial recordó que se trata de fosas que cuentan solo con unos años de antigüedad, no varias décadas. La fotografía aérea infrarroja se realiza con un globo aerostático unido a una cámara. Los técnicos controlan el aparato y recogen las imágenes a medida que se va rastreando la zona. Este sistema detecta irregularidades en el terreno, por lo que actuaciones como las llevadas a cabo con maquinaria en el barranco de la Bartolina en 1999 dificultarán la interpretación de los datos.
Una vez se analicen, el equipo regresará para analizar los puntos en los que podría haber enterramientos con el georradar. Después podrán empezar las exhumaciones, para lo que previsiblemente será necesario conseguir financiación adicional. Ambos proyectos cuentan con subvenciones del Ministerio de Presidencia de algo menos de 60.000 euros. Así, aún habrá que esperar varios meses, o incluso hasta el 2012, para recuperar los cuerpos.
CIENTOS DE RESTOS Estas son dos de las actuaciones más importantes en la comunidad en materia de memoria histórica por número de víctimas. En el paraje de Piedras Gordas se encuentra, previsiblemente, la mayor parte de los 46 soldados de la 84 Brigada Mixta que fueron asesinados por sus propios mandos en 1938. La Sociedad de Ciencias Aranzadi ya comenzó en mayo del 2010 los trabajos para localizar y exhumar los cuerpos, que sacaron a la luz los restos aislados de dos hombres.
Inicialmente se pensó que se trataba de dos soldados que habrían sido asesinados al intentar huir del fusilamiento, pero el descubrimiento de una hebilla con un emblema religioso de Daroca ha obligado a replantear las hipótesis. Aunque el hallazgo no es determinante, sí resulta extraño en un grupo republicano procedente de Castellón, Valencia y Teruel.
Conchi Esteban, de Villarquemado y nieta de uno de los fallecidos, reconoció que la búsqueda es complicada y que existe la posibilidad de que su abuelo y sus compañeros no lleguen a aparecer. A pesar de todo, a juicio de Avial la situación podría ser incluso positiva, ya que podría indicar que estas dos personas no pertenecían a la brigada que se intenta encontrar y que los miembros de esta podrían estar en un único enterramiento y no en varios, como se temía.
En el barranco de la Bartolina, por otra parte, comienzan ahora a concretarse las actuaciones después de años de trabajo. Se cree que podría haber entre 400 y 800 cadáveres de personas asesinadas en la Guerra Civil y la posguerra, aunque algunas estimaciones hablan de hasta 2.000.

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