Luciano Rinoón
es uno de los raros periodistas competentes que hay en España.
Por eso está
ahora en la cárcel.
Aunque el pretexto
"legal" sea otro. Le acusan de ser un tal Luis Ramírez,
autor de libros y arículos ofensivos para el jefe del Estado
español y publicados en Ruedo ibérico o en sus
Cuadernos.
Luis Ramírez
no es Luciano Rincón.
Luis Ramírez
es un seudónimo colectivo. Utilizado por un cierto número
de escritores residentes en París y por otros que están
en España y que no son Luciano Rincón.
Pero Luciano Rincón
está pagando por Luis Ramírez.
Desde luego, desde
el punto de vista de la "justicia franquista" Luciano Rincón
tampoco es inocente, puesto que no es un franquista.
Ya estuvo en la
cárcel en otra ocasión. En 1959. Estuvo en la cárcel
hasta 1961. Desde la prisión publicó artículos
en el mensual de París Esprit y en el semanario
Témoignage chrétien. Los firmaba "un preso
político".
Fue la única
vez que Luciano Rincón utilizó un seudónimo.
Luciano es de mi generación. Tiene 40 años. Es un hombre de una generación unipasional. Tenemos ideas distintas. El, por ejemplo, es cristiano. Y yo no. Sin embargo, cada vez que hemos tenido ocasión de vernos, nos hemos sentado largas horas, hemos vaciado muchas botellas y hemos hablado profundamente de muchas cosas que en definitiva desembocaban en una sola y única cosa, en una sola y única pasión, común a los españoles que tenemos 40 años: la pasión por la LIBERTAD.
Esa libertad -y ahora Luciano está en la cárcel-, ese periodista agudo, mordaz, inteligente y lleno de competencia profesional la entiende de un modo realista perfectamente compaginable con la pasión con la que la desea.
Por eso está en la cárcel.
Luciano Rincón quiere ser un hombre libre en un país de hombres libres PORQUE ESTA PREPARADO PARA SER LIBRE, PORQUE ES COMPETENTE PARA SER LIBRE y sin embargo tiene 40 años y nunca le han dejado ejercer esa competencia vital para la libertad.
Muchos de entre nosotros -los españoles de esa generación que no habrá tenido jamás la suerte de ser huérfana de dictador- a fin de poder ejercer esa competencia para ser ciudadanos libres, hemos emigrado, prefiriendo ser en otro país ciudadanos extranjeros, de segunda categoría, antes que vivir más tiempo sometidos en un mundo infantiloide. Otros se resignaron.
Otros, como Luciano, no quisieron o no pudieron ; o quizás hallaron demasiado fácil o egoísta eso de asumir la « extranjereidad ». Y Luciano trató de ser en España un periodista libre y competente. Por eso está en la cárcel. Y no por ser o no ser Luis Ramírez.
La «justicia » española no va a juzgar y a condenar a Luis Ramírez que es un personaje proteiforme, que es un seudónimo colectivo, que es el antifranquista inaccesible e irreductible. La «justicia» española va a juzgar y a condenar a Luciano Rincón. 40 años. Que no opina sobre España, sobre el mundo, sobre la vida, lo mismo que Franco.
Por eso está en la cárcel.
Luis Ramírez, en cambio, está libre. ES LIBRE. Luis Ramírez es un momento de libertad de cualquiera de nosotros. A Luis Ramírez nunca podrán meterlo en la cárcel. Agarrarán a Luciano, agarrarán a Pedro, agarrarán a Juan o a Pablo. Pero a Luis Ramírez, jamás. Irán metiendo en la cárcel a cuanto tipo honesto surja en el país. Y Luis Ramírez estará siempre ahí para denunciar la opresión y acusar al tirano.
En realidad, si quieren que Luis Ramírez se calle, lo único que tienen que hacer es soltar a Luciano, a Pedro, a Juan y a Pablo. Dejarles ser libres. Entonces Luis Ramírez se callaría. Tendría, ya, menos pretextos para hablar. Por eso, meter en la cárcel a Luciano Rincón pretendiendo haber encarcelado a Luis Ramírez no sólo es una injusticia total. Es también una estupidez.
In Cuadernos de Ruedo ibérico nº 33/35, ocubre 1971-marzo 1972