Una polémica sobre Memoria Histórica

HISPANIA NOVA. Revista de Historia Contemporánea. Número 7 (2007)
NOTA EDITORIAL A PROPÓSITO DEL DOSSIER GENERACIONES Y MEMORIA
Desde su fundación misma por el malogrado Profesor Ángel Martínez de Velasco, en 1998, Hispania Nova. Revista de Historia Contemporánea, que aparece en formato digital, ha tenido siempre abiertas su páginas a todo tipo de autores interesados en la materia de su título, perteneciesen o no al ámbito universitario y académico de cualquier nivel, de dentro o fuera de España, sin limitaciones de temática, escuela o estilo y con sólo, como es obvio, dos imposiciones inexcusables. Una, la calidad e interés de las aportaciones enviadas, que siempre han contado con dictamen externo a la Revista. Otra, y no menos importante, la pulcritud, respeto y fundamento demostrable de toda afirmación o alusión a los trabajos, textos y aportaciones de otros autores de los que pudiera disentirse, fuesen o no colaboradores de la propia Revista, de forma que todo debate o polémica posible se desenvolviese con las condiciones de dignidad debida en el ámbito académico, o incluso ideológico o de opinión, es decir, con respeto a la persona e ideas del contrario, abstracción de toda alusión no pertinente al caso discutido y altura intelectual del texto propuesto.
Hispania Nova ha recibido un original, que agradece, del Dr. Santos Juliá con el título “De nuestras Memorias y Nuestras Miserias” para su publicación en el dossier Generaciones y Memoria que contiene una respuesta a otros dos publicados anteriormente en el mismo dossier, el del Dr. Pedro Ruiz Torres “Los discursos de la memoria histórica en España” y el del Dr. Francisco Espinosa “De saturaciones y olvidos. Reflexiones en torno a un pasado que no puede pasar”. Siempre es de agradecer el envío de un original a la Revista, con el valor añadido, en este caso, de que su contenido propicia, y al mismo tiempo es producto de ello mismo, un debate cuya importancia no es preciso ponderar aquí. Por lo demás, no es la primera vez, para satisfacción nuestra también, que en el citado Dossier se origina un debate.

Sin embargo, y este es el origen de la presente Nota Editorial a la que Hispania Nova se cree obligada, el original enviado por el Dr. Juliá, tras haberle informado el coordinador del mencionado dossier de la publicación en ella del artículo del Dr. Espinosa, es susceptible de serios reparos en función de las condiciones estrictas que la Revista sostuvo siempre de forma irrenunciable y a las que hemos hecho referencia en el párrafo primero.
En diversas páginas del original en cuestión, se vierten reiterados dicterios hacia uno de los autores implicados en este debate, el Dr. Francisco Espinosa. De él se dice, entre otras cosas de no menor destemplanza, que el artículo publicado está “exclusivamente dedicado” “a descalificar a base de injurias y juicios de intención… el conjunto de mi trabajo como historiador”. Considera una “ofensa personal” el contenido del texto en su conjunto, se califica al autor de comisario político, se le llama, con palmaria falta de respeto, a nuestro juicio, individuo, se califica de panfleto alguna de sus publicaciones, se le acusa de actuar con “rencor personal” y, en fin, se le adjudican asertos que en su literalidad el autor aludido no vierte en su artículo. Pero, además de lo señalado, el texto del Dr. Juliá descalifica de hecho y reiteradamente a los evaluadores del artículo del Dr. Espinosa y acusa a los Editores de Hispania Nova, entre otras cosas, de “dar cabida y publicidad a este tipo de vilezas” con referencia a tal artículo.
A la vista de estos contenidos y expresiones, el original del Dr. Juliá debería haber sido rechazado de inmediato sin más consideración, por los juicios vertidos sobre la persona del Dr. Espinosa (con independencia de las críticas que puedan hacerse del contenido sustantivo del artículo de éste), por sus infundadas acusaciones al proceder de la Revista y, sobre todo, por el lenguaje en que todo ello está expuesto, este sí, gravemente injurioso. No obstante, tras pausada deliberación de los Editores y una vez consultado su Consejo de Redacción y oído su dictamen, Hispania Nova ha decidido hacer una excepción que esta Nota Editorial quiere justificar.
El artículo del Dr. Santos Juliá se publica por dos consideraciones: una, la de que fue invitado a hacer esta réplica por D. Sergio Gálvez, coordinador del dossier Generaciones y Memoria, como el texto del Dr. Juliá hace constar explícitamente; otra, porque no se desea que ningún autor pueda tener la impresión de que no se le concede el derecho, invocado por el replicante, a “defender su propia biografía”, por más que semejante defensa nos parezca excusada dada la inexistencia de ataque alguno a ella en las páginas de esta Revista.
Los editores de Hispania Nova quieren dejar muy claro, y tienen legitimidad sobrada para ello, que esta Revista nunca ha dado, ni da, cabida en su páginas a injurias, juicios de intención u ofensas personales y, mucho menos, a vilezas de ningún género. Esto pueden constatarlo plenamente sus lectores con la consulta del contenido completo de la Revista desde su fundación, accesible en línea en su página electrónica.
Las insinuaciones, aseveraciones y hasta sarcasmos vertidas contra los evaluadores del artículo del Dr. Espinosa y contra la actitud de los Editores de la Revista carecen de más mínimo fundamento y son claramente, ahora sí, una ofensa a su gestión que no estamos dispuestos a tolerar en modo alguno ni a pasar en silencio, una vez aceptada por las razones expuestas la publicación del original del Dr. Juliá. Los evaluadores han desempeñado su función de manera impecable.
Dictaminar si existe una cita errónea, cuando además ha sido tomada justamente de un texto que se pretende criticar, no es su función sino que la responsabilidad de ello es por completo del autor que hace la cita. Lo que cabe decir igualmente del caso de una cita amputada. El artículo evaluado, por lo demás, a juicio de evaluadores y editores, respeta las normas de estilo debidas. La dureza de su lenguaje crítico no pasa del terreno profesional y, en todo caso, se ciñe a la temática estricta que propone su título. No existe descalificación personal desconsiderada, ni menos desprecio, a nuestro juicio, por la obra historiográfica del Dr. Juliá como un todo, contrariamente a las aseveraciones de éste.
Los Editores rechazan absolutamente y con toda energía las imputaciones del Dr. Juliá con relación a la actitud de la Revista, e invitan de nuevo a los lectores a que comprueben la pertinencia de este rechazo con la lectura de los textos concernidos. Nos parece muy conveniente hacer una llamada a quienes debaten para que procedan a aclaraciones o rectificaciones para lo cual tienen estas páginas a su disposición. En este sentido, prestaría, indudablemente, un excelente servicio tanto a la eliminación de equívocos como a la claridad y utilidad de este debate que el Dr. Juliá especificara con propiedad, pues su texto no lo hace, qué considera exactamente “injurias”, “ofensas”, “juicios de intenciones”, “descalificaciones” del conjunto de su obra de historiador y “vilezas”.
La situación creada mueve a los Editores a exhortar y pedir una reflexión a todos los colaboradores de esta Revista sobre la conveniencia y necesidad de medir con sumo cuidado las palabras empleadas cuando se juzga el trabajo de otros historiadores, pues el espacio existente entre una crítica dura y un juicio desconsiderado es estrecho y, a veces, difícil de objetivar. Todos sabemos que existen expresiones y giros de lenguaje que sin ser injuriosos pueden resultar no ser las más adecuados y respetuosos.
Por último, pero igualmente importante, Hispania Nova quiere insistir en que sus páginas siguen abiertas a todos. Y más aún si cabe a las personas que se sientan aludidas en cualquiera de los textos publicados, norma aplicada desde siempre sistemáticamente.
De otra parte, nada puede ser tan fecundo como un debate, siempre que se desenvuelva entre profesionales, hombres de ciencia y de buena intención. Pero nada más perturbador que las diatribas, dicterios o injurias que, repetimos, Hispania Nova nunca ha acogido en sus páginas, ni, por supuesto, está dispuesta a acoger en adelante.
Madrid, julio de 2007
Los Editores.
Los textos de la polémica son los siguientes:

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